Ciudad de México, México 21 de noviembre 2024.- Cada año, las estafas en línea generan pérdidas en México que ascienden a 293 mil millones de pesos, según la Global Anti-Scam Alliance; esta cifra puede acrecentarse en  2024 por el aumento y la sofisticación de los fraudes cibernéticos debido al uso masivo de la inteligencia artificial (IA). Los delitos –que van desde ofertas engañosas, robo o suplantación de identidad, usurpación de páginas web, robo de contraseñas, devoluciones ilegítimas y cargos no reconocidos, hasta delitos más sofisticados como distribución de malware, hacking, phishing, vishing, spamming y deepfakes– pueden impactar a comerciantes y usuarios, especialmente en temporadas de promociones especiales.

“La incorporación de la inteligencia artificial en el ámbito del cibercrimen ha revolucionado la forma en que los delincuentes operan. Hoy en día, los criminales emplean técnicas avanzadas que les permiten ejecutar ataques más difíciles de detectar. Asimismo, utilizan algoritmos para crear contenidos más convincentes y personalizar ataques, haciéndolos parecer más auténticos, lo que complica la detección y la prevención de fraudes, ya que los usuarios son más propensos a caer en la trampa si el mensaje parece provenir de una fuente confiable”, explicó Manuel Moreno, director de Seguridad de la Información (CISO) de IQSEC.

Un panorama inquietante

De acuerdo con el estudio «The State of Scams in Mexico«, aproximadamente el 69 % de los mexicanos confía en su capacidad para reconocer estafas, aunque un 59 % admite que, al menos una vez al mes, recibe intentos de estafa. Esta dualidad refleja un panorama inquietante: aunque hay una cierta consciencia sobre la existencia de fraudes, la frecuencia con la que ocurren indica que los estafadores están cada vez más activos y sus tácticas son sofisticadas.

“Tomando en cuenta que el costo de un fraude suele superar el valor perdido de la transacción por los intereses, el reemplazo de productos y otros gastos, es crucial no solo saber reconocer las estafas, sino también adoptar una mentalidad proactiva mediante la implementación de servicios y soluciones de ciberseguridad que protejan a comercios e instituciones financieras de reclamaciones ilegítimas. Asimismo, es esencial concientizar a los usuarios y clientes sobre los riesgos, a fin de disminuir su impacto económico y que se preserve la confianza en el comercio electrónico”, detalló el especialista de IQSEC.

Según el «Estudio del Verdadero Costo del Fraude en América Latina» de Forrester, cada transacción fraudulenta cuesta, en promedio, 3,9 veces más que el valor perdido de la transacción. Esto incluye no solo el dinero perdido en la estafa, sino también los costos de cuotas e intereses pagados, así como el costo de reemplazar la mercancía robada o perdida.

Medidas proactivas para protegerse de los fraudes

Ante este panorama, es fundamental que tanto comerciantes como usuarios adopten medidas proactivas para protegerse, tales como:

  1. Verificación de fuentes: Siempre verifique la autenticidad de correos electrónicos, mensajes y sitios web antes de proporcionar cualquier información personal o financiera. Desconfíe de enlaces o solicitudes que parezcan sospechosos.
  2. Uso de autenticación de dos factores: Implemente la autenticación de dos factores en todas sus cuentas. Esta medida agrega una capa adicional de seguridad, dificultando el acceso no autorizado a sus cuentas.
  3. Educación y capacitación: Manténgase informado sobre las últimas tendencias en ciberseguridad. Participar en talleres o cursos puede proporcionarle herramientas para reconocer y prevenir fraudes.
  4. Monitoreo de cuentas: Revise regularmente sus cuentas bancarias y estados de cuenta de tarjetas de crédito. Detectar actividad sospechosa a tiempo puede ayudar a minimizar el impacto de un posible fraude.
  5. Software de seguridad: Asegúrese de tener instalado un software de antivirus y antimalware actualizado en todos tus dispositivos. Ésta es una defensa básica, pero fundamental, en la protección contra malware.
  6. Cuidado con la información personal: Limite la cantidad de información personal que comparte en línea, especialmente en redes sociales. Cuanta menos información tengan los estafadores, más difícil será que le engañen.
  7. Reportar fraudes: Si se convierte en víctima de un fraude, repórtelo inmediatamente a las autoridades y a su banco. Actuar rápidamente puede ayudar a minimizar el daño y, posiblemente, a recuperar sus fondos.