Ciudad de México, México 19 de septiembre de 2022.– Aún cuando el despliegue de las redes de quinta generación se está dando de manera pausada en diversas partes del mundo, incluido México, se prevé que la red 5.5 G, versión mejorada de 5G, se este comercializando a partir de 2025, según un parto de la Unión Internacional de Telecomunicaciones. salid Mathoulthi, jefe de la división de Gestión de redes futuras y espectro de la UIT, sostuvo que este tipo de tecnología buscará al igual que sus antecesores seguir digitalizando la economía y la sociedad, además de acelere las transformaciones ecológicas e inteligentes.

Sin embargo, para que este nuevo despliegue se pueda dar será crucial contar con capacidades de espectro radioeléctrico para el futuro desarrollado de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), especialmente en las comunicaciones móviles y la evolución de 5G a 5.5G.

Añadió que la cadena de valor de la industria global en su conjunto está actualmente preocupada por la atribución del espectro de banda ultra ancha y el uso total del espectro de enlace ascendente.

Dichas cuestiones será importante abordarlas mediante la colaboración de toda la industria en redes, ecosistemas y servicios. El aumento de la disponibilidad del espectro también facilitara un crecimiento sólido  y sostenible de la industria. Wang Qi, director de marketing de la red inalámbrica 5.5G de Huawei, se mostró de acuerdo con esta predicción. También afirmó que, en los próximos 5 a 10 años, a medida que vayan surgiendo más aplicaciones inteligentes, necesitaremos tecnologías inalámbricas más capaces que el 5G.

El 5.5G ya ha sido definida por su capacidad de soportar 100 mil millones de conexiones y una conectividad de 10Gbit/s. Esta tecnología emergente desempeñara un papel fundamental en el crecimiento de la economía digital.

Wang cree que el enlace descendente de la 10Gbit/s y una latencia de milisegundos ayudará a unir los mundos virtual y fisicoquímicos. También afirmó que otras nuevas tecnologías basadas en el 5G, como NB-IoT, RedCap y el IoT pasivo, permitan cientos de miles de millones de conexiones y que las tecnologías de detección y comunicación integradas (ISAC) proporcionarán capacidades más allá de conectividad.