Las marcas más importantes del mundo en fabricación de automóviles decidieron invertir en baterías de estado sólido ya que promete más seguridad, densidad energética por lo consiguiente mejor autonomía y ahorro de la misma, pero esto no quiere decir que no puedan tener inconvenientes.

Al instante de crear los automóviles eléctricos sabíamos que se formaría una competencia de baterías en el sector tecnológico. Comencemos a hablar sobre las ventajas que tiene este tipo de tecnología y las diferentes formas de tomar ventaja ante las demás. 

Sus ventajas comienza desde su costo reducido a comparación de las actuales, lo cual influye en el costo de los automóviles eléctricos haciendo que sean más accesibles para los compradores y rentable para los fabricantes. 

Otra de sus ventajas o recompensas que nos promete esta gran tecnología, es hasta un 70% más de energía por unidad de volumen comparándola con las baterías actuales de electrolito líquido. Esto quiere decir que obtendremos baterías menos voluminosas y menos pesadas, resolviendo así buena parte del problema de sobrepeso que tienen los coches eléctricos en comparación con los de combustión. Pero también tenemos que ser cautelosos, ya que aún hay que resolver diversos temas técnicos importantes. Una de ellas son las altas temperaturas necesarias para su buen funcionamiento, la durabilidad del electrolito sólido y los problemas para fabricarlas a gran escala.

The Faraday Institution, es uno de Los centros más importantes de investigación de baterías del Reino Unido, el cual prevé que para el año 2030 las baterías de estado sólido apenas supondrán un 4% de cuota en el mercado de vehículos eléctricos lo que es prácticamente la mitad que en la electrónica de consumo, aumentando hasta el 30% en el año 2040.

En la actualidad existen dos tipos de baterías de estado sólido de electrolito sólido inorganico y de electrolito organico. Cada uno de estos tipos tienen al parecer un rendimiento excelente en algunos aspectos y deficiente en algunos otros. Por ejemplo, las baterías con electrolito sólido a base de sulfuro tiene excelentes prestaciones pero son poco seguras y es complicado llevarlas a producción. Las de electrolito sólido polimérico son fáciles de producir, son estables pero sus prestaciones son pobres en comparación con las otras.