La red de fibra óptica puede respaldarse con enlaces inalámbricos para una conectividad de 99.999%, manteniendo la comunicación entre edificios, postes de luz, semáforos, anuncios digitales, etcétera.

Se aprovechan al máximo las estructuras que ya existen dentro de la ciudad y se adaptan a las nuevas necesidades incorporando dispositivos y sistemas de larga duración para evitar un gasto mayor en el futuro. Por ejemplo, los postes de alumbrado pueden reutilizarse como puntos de comunicación WiFi, centros de seguridad pública mediante cámaras de seguridad, control de estacionamiento a través sensores y mucho más.

Las cámaras inteligentes ya no se limitan a registrar hechos, también ahuyentan delincuentes emitiendo mensajes de voz al detectar actividad inusual, con analíticos de datos que ayudan a interpretar comportamientos sin la necesidad de adquirir un software especial. Las mismas cámaras, que cuentan con micrófonos y altavoces, funcionan como un medio de comunicación entre ciudadanos y autoridades.

Un botón de pánico integrado a la cámara de seguridad permite identificar el problema de inmediato y enviar la ayuda requerida con un sólo toque y sin la necesidad de instalar ambos equipos por separado.

Identificación de vehículos robados e infracciones de tránsito a través de cámaras de alta resolución que obtienen imágenes de matrículas con la máxima calidad, incluso en condiciones de poca luz.

Los postes de alumbrado con sensores de movimiento automatizan el encendido de luces en calles y avenidas cuando detectan que se acercan peatones y vehículos, manteniendo siempre la seguridad en la vía pública mientras se ahorra hasta un 40% de energía.

Pantallas digitales instaladas en la vía pública proporcionan información sobre medio ambiente, siniestros, alternativas viales, medidas de seguridad y todo tipo de datos útiles para los ciudadanos.